UN ESPACIO PARA ENCONTRAR LA PAZ INTERIOR, EN RELACIÓN CON UNO MISMO, CON OTROS Y CON DIOS. CON POSIBILIDAD TAMBIÉN DE COMPARTIR Y CELEBRAR VIDA Y FE.
Situado en el valle del río Urola, es un complejo arquitectónico que se construyó en torno a la casa torre de la familia de los Loyola.
La explanada que está delante de la Basílica de San Ignacio limita con un pequeño edificio hecho con piedra extraída del monte Izarraitz y el mismo estilo del Santuario de Loyola: es la antigua Hospedería de Loyola.
Después de diferentes usos, a lo largo del tiempo, el centro cumplió funciones de casa de ejercicios, lugar de encuentros, cursos, retiros, etc. Pero especialmente a partir de 1998, y dada la existencia del adyacente Centro de Espiritualidad, la Hospedería recuperó su función inicial de casa de huéspedes al servicio del Santuario y de dicho Centro, y recibió el nombre de Centro Arrupe en 2001.
El Centro Arrupe funcionó como un centro ignaciano de acogida para el fomento del crecimiento personal y la experiencia espiritual, después de una etapa alquilado como el Hotel Arrupe, el Santuario de Loyola recupera su uso y gestión como un anexo del Centro de Espiritualidad de Loyola (CEL).
Se quiere con ello recuperar la perspectiva inicial, tanto de la Hospedería como del Centro Arrupe, en sus dimensiones de acogida de peregrinos y devotos de San Ignacio, y de personas y grupos que vienen a Loyola para encuentros espirituales, de formación o apostólicos.
A través de un convenio de Colaboración con el Centro de Espiritualidad, la Fundación Gondra Barandiaran, ha podido aportar una parte de la financiación necesaria para la rehabilitación del Centro de Espiritualidad de Loyola-Arrupe, colaborando, nuevamente, con la Compañía de Jesus y en la conservación de un Patrimonio Histórico Artístico de gran valor.
Mayo 2021
https://www.gondrabarandiaran.org/proyectos-beneficiarios/edicion-la-mirada-de-arrupe-biografia/